En 2010, en la zona rural del Campo de Gibraltar, en el sur de España, cuatro mujeres en sus inicios constituyeron la Asociación "El Avío", con el objetivo de cubrir las necesidades de una alimentación de calidad a domicilio en guarderías y en los hogares de personas dependientes y mayores de la zona. Así, ese mismo año, las 4 mujeres comenzaron a prestar servicios de catering a centros de Educación Infantil, como empresa de catering sin ánimo de lucro.

Años más tarde, en 2013, la asociación se constituyó como una asociación de mujeres específica para la gestión de catering, aliviando la carga de trabajo tradicionalmente asociada a las mujeres a la vez que se creaba un empleo digno, ya que algunas de las mujeres que trabajaban en la asociación eran paradas de larga duración y carecían de formación específica. La asociación contrató a un cocinero profesional para formar a las mujeres para la cocina industrial, y poco a poco fueron progresando, aumentando tanto el número de personas a las que daban de comer como el número de trabajadoras en plantilla.  Gracias a ello, ahora cuentan con 13 mujeres que cocinan, reparten y administran, y que cada día reparten más de 500 comidas al día a niños y 80 a ancianos, dependientes e inmigrantes.

Este caso es un ejemplo notable de cómo las mujeres rurales convirtieron su papel en la sociedad, que suele consistir en el cuidado de los niños y de las personas mayores y dependientes, en un trabajo visible a través del emprendimiento social que no sólo contribuye al desarrollo de las zonas rurales, sino que también mejora la calidad de vida de las mujeres rurales ofreciéndoles empleos de calidad y aportando nuevas oportunidades.