En 2015, Tessa Clarke y Saasha Celestial-One lanzaron OLIO, una aplicación de intercambio que conecta a los vecinos entre sí y con los comercios locales para compartir los excedentes de comida en lugar de tirarlos a la basura.

La idea surgió cuando Tessa estaba empaquetando su apartamento en Suiza para volver al Reino Unido. Todavía le quedaba algo de comida y le pidieron que la tirara. No fue capaz de encontrar una alternativa y entonces pensó: "¿Por qué no hay una aplicación en la que pueda compartirla con alguien cercano que la quiera?".

Junto con Saasha, Tessa llevó a cabo una investigación documental para comprender mejor el problema del desperdicio de alimentos y descubrió que a 1 de cada 3 personas les "duele físicamente" tirar comida en buen estado aunque no tengan alternativa

Validaron su idea reuniendo a gente en un grupo de WhatsApp, para comprobar si la gente tenía realmente una cantidad significativa de comida para compartir. Tras recibir comentarios positivos, encontraron una agencia de desarrollo que invirtió en su nueva idea de negocio y lanzó la versión de producto mínimo viable de la aplicación. Después, la aplicación se lanzó oficialmente en App Store y Google Play.

La primera versión de la aplicación era extremadamente básica y sólo podía utilizarse en 5 códigos postales del norte de Londres. Hoy la comunidad OLIO (los OLIOers) reúne a personas de 62 países, contando con 6.104.732 usuarios y 65.312.492 raciones de comida compartidas.

También cabe destacar el impacto medioambiental positivo de esta plataforma de intercambio, con 191.782.035 kilómetros recorridos en coche ahorrados y 8.653.000.000 litros de agua ahorrados. En línea con los valores de la economía colaborativa, OLIO es una empresa de carbono negativo comprometida en la medición de las emisiones de la organización, de las que se informa públicamente cada año. OLIO establece objetivos internos de emisiones de carbono, designando a un miembro del equipo como responsable de los mismos.